Foto de Wild Grass Photography
Cada uno de nosotros, como padres, tenemos una historia...
Lo que nos llevó a la paternidad. Lo que nos sorprendió. Cómo se sintió convertirse en padre.
Les pedimos a algunos de los padres que actualmente brindan apoyo entre pares en el Condado de Whatcom que compartieran sobre su propio camino a la paternidad.
Esperamos que te ayuden a no sentirte tan solo.
"Describir los sentimientos de convertirse en padre o madre es difícil. Si soy sincera y no digo lo que creo que todos quieren escuchar, diría que estaba abrumada, asustada, emocionada y nerviosa.
Este camino era uno que nunca había recorrido y no tenía idea de cómo resultaría. Después de que nació mi hijo, mis sensaciones de maternidad fueron sentimientos de fracaso y también de un amor inmenso. Estos sentimientos eran muy opuestos, pero los sentí al mismo tiempo.
Sin mucho apoyo de mis médicos, me esforcé para resolver estos sentimientos de tristeza y soledad por mi cuenta hasta que encontré la ayuda adecuada. Convertirme en madre ha sido el mejor momento de mi vida; también el más difícil, el más alegre y el más desafiante".
"No me pareció auténtico compartir las cosas buenas de mi experiencia de maternidad cuando me estaba costando tanto.
El mundo perdió su color, y todo lo que podía hacer era cuidar a mi bebé... Nutrí mi cuerpo no para mí sino para poder seguir amamantando a mi bebé recién nacida. Ella me mantuvo centrada en poner un pie delante de otro.
Sentí que el posparto estaba tratando de enterrarme viva, pero mi pequeña bebé también trajo a mi corazón mucha alegría y calidez. No sabía que estaba bien dejar espacio para todas las emociones que estaba experimentando.
No dejaba de pensar en la ternura con la que la cuidaría si ella sintiera lo que yo estaba sintiendo. Eso me permitió darme permiso para descansar, buscar ayuda y sanar".
Video Stories & Historias en Video
Estas historias son parte de una colección de videos que abogan por generar apoyo para las familias del condado de Whatcom desde el embarazos hasta la paternidad. En colaboración con Connecting Community, StoryCenter y nuestra patricinador, la Fundación Mount Baker.
"Convertirse en padre o madre es lo más aterrador, lo más difícil, lo más agotador física y emocionalmente, lo más agobiante y, al mismo tiempo, lo más gratificante. Es bastante confuso".
Con mi primer hijo, tenía 16 años y ningún apoyo. Fue tan difícil tratar de hacerme camino a través de todo siendo tan joven y sin experiencia en la vida. Desearía que alguien se hubiera dado cuenta de lo mucho que lo estaba padeciendo. Tenía una gran depresión posparto y no lo sabía.
Con mi siguiente bebé a los 19, tuve ansiedad perinatal severa y ansiedad/depresión posparto. Tuve mucha suerte de que hubiera unas señoras en la oficina local de WIC que me guiaron con los pasos para obtener ayuda. Gracias a la ayuda de WIC con mi embarazo anterior, pude identificar las dificultades en mis siguientes 2 embarazos y obtener ayuda antes de que se volviera incontrolable.
La increíble cantidad de responsabilidad que recae sobre tus hombros como padre o madre no es nada parecido a lo que había imaginado. Es mucho más difícil de lo que crees. No puedes retirarte a descansar cuando estás extenuado. Cuídate. Acepta ayuda. PIDE ayuda. Se vuelve más fácil, pero no evites las dificultades. Atraviésalas sabiendo que, lo que estás sintiendo, también lo han sentido antes la mayoría de los otros padres. Está bien".
"Como madre inmigrante, tuve que pasar por todo mi proceso sola, lo que se volvió un poco solitario y, a veces, me entristecía mucho.
Soy madre de cuatro niños maravillosos. Mi último embarazo fue hace cinco años. Viví mi embarazo muy diferente esta última vez. Me mudé a los Estados Unidos y quedé embarazada de mi cuarto hijo. Aunque siempre he tenido a mi esposo cerca, no tenía otros familiares o amigos con los que contar.
No era una mamá primeriza, pero definitivamente estaba viviendo un nuevo estilo de vida lejos de mi cultura, familia y amigos. Fue difícil para mí, pero tuve mucha suerte de conocer a algunas personas geniales en el camino. A través de Sea Mar, conocí a excelentes trabajadores sociales del programa WIC. Con el tiempo, me invitaron a ayudar como facilitadora de un grupo de apoyo donde hice buenos amigos. He estado trabajando duro para forjar nuevas relaciones y ayudar a mi comunidad".
"No importa cuánto me haya preparado, no importa cuántos libros haya leído o cuántos podcasts haya revisado, sentía que nunca iba a estar listo.
No me di cuenta de la gran cantidad de cambios que acompañarían la metamorfosis de 'yo' a 'papá'. La privación del sueño, la suma de responsabilidades, la falta de tiempo para el cuidado personal y el aumento de la ansiedad pasan factura.
Tenía miedo de compartir mi tristeza porque la gente pensara que era un mal padre. Por respeto a mi pareja, empecé a ocultar o minimizar mis sentimientos de impotencia, agobio, confusión, ineptitud y miedo. No creía que mereciera apoyo o atención adicional, porque ella también estaba pasando por una transformación espiritual y física muy profunda.
No fue hasta que comencé a hablar con otros pares y padres en un espacio intencional que finalmente sentí que podía expresar los desafíos, dolores y éxitos de la paternidad sin vergüenza. Tener el espacio para compartir mis verdaderos sentimientos sobre la crianza de los hijos me liberó de la baja autoestima y me ayudó a normalizar los sentimientos que pensaba que solo yo tenía. Me ayudó a darme cuenta de que no estoy solo".